Sociedad

UN HOMBRE CON LA PIERNA Y EL ALMA “QUEBRADAS”

Baby Etchecopar, quebrándose luego de una entrevista.

Baby Etchecopar, fue dado de alta ayer, 21 de marzo del 2012. El periodista duro, objetivo, parco, inclaudicable, puso en evidencia por primera vez, cuando menos ante las cámaras de televisión, o el micrófono de una radio, al hombre, al padre, al esposo, a ese ser humano sobre el que hoy pesa ese estigma que le acompañará por el resto de sus días. El estigma que ha calado en lo más profundo de su alma. El estigma que esta vez, nos pone de cara frente a su verdadera dimensión humana; de cara frente a  esa vulnerabilidad “ajena al personaje”. Seguramente, para su familia, y ese grupo grande de amigos que le acompañan a diario, la mención no resulte novedosa. Sí en cambio, y seguramente, para todos aquellos que le han seguido a traves de una larga trayectoria, no ajena al mundo del espectáculo.

En lo personal, debo admitir que me conmovió y mucho, el verle. Probablemente, el Baby periodista, no se perdone el haberse quebrado ante las cámaras, ante sus pares. El hombre, ha superado al personaje. De esto, no tendrá nada que reprocharse, así deba cambiar el “perfil” de ese personaje. No hizo más que poner en evidencia, el sentimiento capaz de desbordar el temperamento de cualquiera bien nacido. Su hijo, aun permanece internado en una sala de cuidados intensivos. Su hijo, es su vida misma. Su hijo está vivo, y seguramente se recuperará prontamente de las graves lesiones físicas recibidas. La mano criminal, se ha encargado de cumplir a medias con el objetivo que le inspira semejante condición de “bestia humana”. Y por favor, jamás cometa el error de considerarles “animales”. El animal irracional, solo actúa por instinto. El más salvaje de los animales, solo mata para sobrevivir, para proveerse del alimento que le permita sobrevivir. El hombre criminal que hoy tiene a la vista, o acechándole, gracias a una política de Gobierno no menos criminal, hoy cuenta con la tan trillada “zona liberada”, en todo el territorio nacional, con epicentro en el Conurbano Bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires, ahí mismo donde incomprensiblemente, nos congregamos casi el 90% de la población total del país.

Le pido a Dios, ¿a quien si no?., que la imagen del señor Etchecopar, le permita tomar debida consciencia; le permita entender que también Ud., es vulnerable; le permita entender que ya son cientos de miles las víctima de semejante escarnio; le permita salir del incomprensible letargo en el que vive, simplemente porque todavía no le han elegido, o casualmente abordado para terminar con su existencia.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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