PAPA FRANCISCO: “DIOS HA PUESTO EN LA CRUZ DE JESÚS TODO EL PESO DE NUESTROS PECADOS»
Viernes Santo en la Basílica del Vaticano
CARGAR CON LA CRUZ
El papa Francisco encabezó ante 40.000 personas el via crucis en los alrededores del Coliseo Romano que fue televisado a 50 países. El Sumo pontífice de la Iglesia Católica siguió desde la colina del Palatino las meditaciones de las 14 estaciones que componen el viacrucis, que encargó a monseñor Giancarlo Maria Bregantini, obispo de Campobasso, y refirieron a los sufrimientos del mundo moderno- mafias, guerras, droga, trata de personas y hacinamiento en las cárceles. Sostuvo que “en la cruz vemos la monstruosidad del hombre cuando se deja guiar por el mal, pero vemos también la inmensidad de la misericordia de Dios, que no nos trata según nuestros pecados, sino según su misericordia”.
El Papa Francisco pidió este Viernes Santo: “Recordemos a los enfermos, recordemos a todas las personas abandonadas bajo el peso de la Cruz, para que encuentren en la prueba de la Cruz la fuerza de la esperanza, de la esperanza de la resurrección y del amor de Dios”, dijo el Sumo Pontífice ante las 40.000 personas que participaron del viacrucis en los alrededores del Coliseo Romano.
Francisco rezó por los explotados y nuevos esclavos del mundo a la vez que recordó que “Dios ha puesto en la Cruz de Jesús todo el peso de nuestros pecados, todas las injusticias perpetradas por Caín contra su hermano, toda la amargura de la traición de Judas y de Pedro, toda la vanidad de los prepotentes, toda la arrogancia de los falsos amigos”.
“Era una cruz pesada, como la noche de las personas abandonadas, pesada como la muerte de las personas queridas, pesada porque resume toda la fealdad del mal”, dijo en declaraciones que refleja este viernes 18/04 la Agencia Católica Argentina.
“Y sin embargo es con todo una cruz gloriosa, como el alba de una noche larga, porque representa todo el amor de Dios, que es más grande que nuestras iniquidades y nuestras traiciones”, siguió el Papa en su mensaje.
Francisco sostuvo que “en la cruz vemos la monstruosidad del hombre cuando se deja guiar por el mal, pero vemos también la inmensidad de la misericordia de Dios, que no nos trata según nuestros pecados, sino según su misericordia”.
“Recordemos a los enfermos, recordemos a todas las personas abandonadas bajo el peso de la Cruz, para que encuentren en la prueba de la Cruz la fuerza de la esperanza, de la esperanza de la resurrección y del amor de Dios”, fue el final de su mensaje televisado a más de 50 países de todo el mundo.
En cada una de las estaciones la cruz fue cargada por personas representativas de la sociedad como trabajadores, empresarios, inmigrantes, detenidos, huérfanos, enfermos. El vía crucis duró menos de dos horas.
