La Ciudad POL

MACRI ES VELOZ CONTRA LA LEY CRISTINA, PERO LENTO CON LA LEY DE DESALOJO DEL PREDIO TOMADO

la artera condición del oportunismo político

CONVENIENCIA (IM)PURA

Mauricio Macri estuvo oportuno en su pionero rechazo a la disparatada iniciativa de Cristina Fernández de Kirchner de cambiar el domicilio de pago de la deuda pública externa reestructurada en 2005 y 2010 (futura ley que será un fracaso, como la del blanqueo de capitales y otras iniciativas K). Sin embargo, Mauricio Macri luce tardío, inoporturno, dubitativo en lo que se refiere al desalojo del asentamiento Papa Francisco.

Resulta muy interesante la situación porque son 2 incumplimientos de fallos judiciales pero para Macri es incorrecto el ilícito de Cristina Fernández de Kirchner pero no lo es el propio (la orden de desalojo del asentamiento Papa Francisco).

Son 2 temas judiciales, y en ambos hay un incumplimiento de fallos del Tribunal.

En un caso (el incumplimiento argentino del fallo del juez estadounidense Thomas Griesa, con ratificación en Cámara y Corte Suprema), Mauricio Macri estuvo audaz, oportuno, y con autoridad (el Gobierno porteño es un confiable emisor de deuda en mercados financieros internacionales), consideró que estaba mal lo que hacía Cristina Fernández de Kirchner, incumpliendo el fallo y mudando el domicilio de pago.

En el otro caso (el incumplimiento de una orden judicial de desalojo del asentamiento Papa Francisco, con ratificación en Cámara), Macri no habló pero sus funcionarios vienen evitando el tema desde hace tiempo, siempre buscando una excusa o directamente incurriendo en una inacción que casi es desacato.

Resulta muy interesante la situación porque son 2 incumplimientos de fallos judiciales pero para Macri es incorrecto el ilícito de Cristina Fernández de Kirchner pero no lo es el propio (la orden de desalojo del asentamiento Papa Francisco).

En ambos casos, la acción de Macri es producto de una especulación electoral:

> cree que hay oportunidad de obtener respaldo de muchos electores con su condena anticipada a la iniciativa ilegal de Cristina, que cuando sea ley, además, provocará consecuencias negativas para la economía argentina;

> cree que una represión conlleva a un peligro electoral por consecuencias no deseadas que ocurran en el desalojo. Es más: el ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, llegó a afirmar que sólo enviaría a la Policía Metropolitana si los acompañaba la Gendarmería Nacional o la Prefectura Naval.

El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, afirma que Montenegro nunca hizo gestiones verdaderas al respecto pese a tener un fallo judicial que lo avalaba.

El miércoles 12/03, la Cámara Penal y Contravencional porteña ratificó la orden de desalojo de las familias que habitan el asentamiento Papa Francisco, en los terrenos ocupados desde el 25/02 en Villa Lugano.

A diferencia de un fallo anterior para el desalojo, el tribunal señaló que «el procedimiento deberá ser ejecutado por la Policía Metropolitana», con la cooperación de la Policía Federal Argentina y de la Gendarmería Nacional.

Antes, el juez penal Gabriel Vega había ordenado a la Policía Metropolitana el desalojo del lugar, medida que no se cumplió por la falta de recursos para llevarlo a la práctica, lo que volvió a reiterar la magistrada María López Iñiguez.

Tras el desalojo del predio ubicado en las calles Zuviría y José León Suárez, frente a la denominada Villa Pirelli; los usurpadores en Papa Francisco comenzaron a edificar para ratificar que resistirían por tiempo indeterminado en el predio.

Montenegro fue federal federal y juez federal. Hoy día él tiene ambiciones políticas: o de jefe de Gabinete en una eventual Administración Michetti en la Ciudad o precandidato a alcalde municipal en San Isidro. En cualquier caso, su falta de ejecución de fallos judiciales obliga a preguntarse acerca de su capacidad para resolver problemas difíciles derivados de su función.

Pero la cuestión de fondo es que la decisión de Cristina sobre la deuda es ilegal. Y el incumplimiento del desalojo del asentamiento Papa Francisco, también lo es.

Cargando sus propios problemas -que son muchísimos y que su verborragia multiplica-, Berni decidió no asumir responsabilidad alguna en los reclamos por el asesinato de una joven de 2 disparos en la cabeza, para robarle la cartera, y cuando le avisaron que los vecinos del lugar manifestaban en la esquina de Cruz y Pola exigiendo el desalojo del asentamiento, él fue contra Macri: «El jefe de Gobierno no actuó cuando tenía que actuar; no tuvieron el coraje, porque tuvieron el miedo de que cuando desalojaran le pasara lo mismo que en el Borda».

Y es cierto lo que dijo Berni acerca del ‘sindrome desalojo’ en la seguridad porteña luego del hospital neuropsiquiátrico José Tiburcio Borda.

En declaraciones a Radio Mitre, Berni recordó que tras la usurpación del predio en Lugano, se comunicó con Macri para que éste hablara con los jueces y les explicara la importancia de realizar el operativo porque «es un nido de delincuentes».

Berni no está diciendo que todos los que viven en el asentamiento Papa Francisco sean delincuentes pero sí que en el lugar se esconden delincuentes, y que quienes permanecen allí protagonizan una situación ilegal. El Estado de Derecho no puede aceptar que prevalezca la ilegalidad.

Por supuesto que no lo entienden los legisladores de la izquierda inexplicable. Pero ellos quieren hacer la Revolución. Que primero la concreten…

No puede haber tolerancia ante el delito. El problema de Berni es la contradicción: él pertenece a la administración Kirchner, que vive con el cliché de la tolerancia ante el delito desde 2003 a la fecha porque cree que so es «progresismo», y hasta tiene un ministro en la Corte Suprema de Justicia de la Nación para sostener ese embuste: Eugenio Zaffaroni.

(urgente24.com) 

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