Sociedad

MURIÓ «EL ANCHO» RUBÉN PEUCCELLE

a los 81 años en la paz de su hogar

EL ÚLTIMO TITÁN

El mítico «Ancho» Rubén Peuccelle murió esta mañana en su hogar, sin que se conozcan demasiados detalles.

Ídolo de varias generaciones, «el ancho» no dejó un solo día de su vida sin entrenar y aún se lo veía con un estado físico increíble para su edad.

Fue el primer titán al que Karadgian permitió pelear a cara descubierta y con su propio nombre.

NOTA DE CLARÍN DE 2013

Rubén “El Ancho” Peucelle cumplió 80 años y celebró su aniversario junto a su hijo, la novia y sus tres nietos. A medio siglo de su debut en Titanes en el Ring, el programa que cautivó a miles de chicos (y muchos grandes), Peucelle recuerda con mucho cariño “el amor y las sonrisas de los pibes” y revela el secreto de su impecable estado de salud: hacer gimnasia al menos una hora todas las mañanas.

El mítico luchador de la troupe creada por Martín Karadagián cuenta al Zonal de Clarín que todavía hoy es motivo de obsequios, piropos y mimos para muchos. “A veces vienen los padres con sus hijos y les dicen: ‘Este es El Ancho, el campeón’. Me piden fotos, o que les firme un autógrafo“, repasa con emoción. Y agrega: “Yo encantado, siempre disfruté muchísimo hablar con la gente que me quiere”.

El Ancho cuenta que aún sostiene la rutina de levantarse a la mañana temprano y practicar sus ejercicios en el gimnasio que tiene instalado en su casa. “Claro que no levanto ni entreno con la misma intensidad de cuando tenía 20“, aclara con una sonrisa. Pero, incluso así, mantiene unos 92 kilos de puro músculo y fibra que aún hoy sostienen su famoso apodo.

Peucelle debutó en Titanes en el Ring en 1963. “Pero la época dorada vino una década más tarde. No sé si habrá sido por la música o qué, pero en ese momento explotó todo“, señala. Fue el momento en que se consolidaron los personajes más recordados, como “La Momia Blanca” o “El Caballero Rojo”.

“Era fantástico, todo eso no me lo voy a olvidar jamás: cuando aparecíamos era como si se hubiese abierto el cielo y hubiera caído un meteorito o un satélite“, señala el titán mientras se le escapa una gran carcajada. Es que la troupe era muy querida y él recuerda muy bien que cada lugar donde se presentaban terminaba colmado de familias enteras que los esperaban al final de cada show para la foto y el autógrafo. “¿Sabés los problemas que tuve por eso? Cuando terminabamos un espectáculo, la gente no nos dejaba salir y nosotros nos teníamos que ir a trabajar a otro lado. Me partía el corazón dejar a los chicos sin el autógrafo –confiesa–, tenías que ver las caras que ponían”.

El Ancho cuenta que lo pone muy feliz haber llegado a los 80 en buen estado. “Se lo tengo que agradecer a la gimnasia“, sostiene. Eligió pasar el día junto a su familia “sin hacer demasiado ruido”. Y asegura que si tuviera 20 años otra vez volvería a elegir el mismo camino del fisicoculturismo y la lucha. “En el barrio siempre me tratan bárbaro, me saludan como a un artista. Eso me motiva y llena de orgullo para siempre”, finaliza.

Felices 80 Ancho Ruben Peuccelle

 

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