TOMA DE LA VILLA 20: ¿BARRIO FRANCISCO O CIUDAD DE DIOS?

aumentan los casos de violencia entre los ocupantes del predio

A LOS TIROS LIMPIOS

Vaya paradoja, una decisión tan oportunista como demagógica bautizó como Papa Francisco el predio tomado de la ex playa judicial de automotores en la Villa 20, equiparándose así, hoy, con “Ciudad de Dios” la favela que fue por décadas el punto emblemático de la violencia localizada en Brasil. Aunque aquí la espiral de violencia criminal de unos pocos recién comienza, va en igual sentido.

por Víctor José Del Vento

Por estos días, la desazón de los vecinos por la situación de la toma del predio de la Villa 20, aumenta en igual proporción a la orfandad manifiesta que desata la inerte actuación de los gobiernos nacional y porteño en cuanto a su respuesta desde la prevención a la administración de justicia.

Como valor agregado, los ocupantes del predio vienen disputando duramente la supremacía por el dominio territorial del mismo, en un enfrentamiento entre dos bandos bien diferenciados; por un lado, las personas que lo tomaron en búsqueda de una solución habitacional, y por el otro, los narcos y los delincuentes comunes que utilizaban el predio como nueva base operacional para su accionar delictual.

Ahora se conoció a traves de la ONG “La Alameda”, cuyo titular es el Legislador Gustavo Vera, que una joven identificada como Sonia Angles, estaba en su casa del predio tomado, cuando fue sorprendida por un grupo de unas cinco personas que estaban robando en varias casillas del barrio, y que tras robar algunos objetos de valor, escaparon a los tiros. Uno de esos disparos hirió a la mujer, que estaba embarazada de siete meses. La víctima sigue internada en el Hospital Piñeiro, aunque lamentablemente perdió el bebé como consecuencia del ataque.

Anoche hubo nuevos ataques, confirmaron a este medio, miembros de Gendarmería y de Policía Federal destacados en el lugar. Esto ocurrió también cuando un grupo de vecinos estaban reunidos para evaluar qué hacer frente a la agresión de la joven embarazada, cuando un grupo de hombres armados se acercó al lugar de la reunión, los amenazó e hirió a un joven en el brazo.

Las denuncias presentadas ante la fiscalía el mes pasado señalan a dos paraguayos como “capos” de la mafia narco que quieren adueñarse del predio. En su banda hay unos 30 miembros. «Andan todos armados y amedrentan a todos los vecinos. Se asientan en la intersección de los sectores 8 y 9 de la toma en su cruce con el pasillo de la manzana 30. El 9 de junio apredearon y rompieron más de 20 casas en esa zona», afirmaron las fuentes.

Esta violenta situación marca claramente un caos que se agrava a diario, porqué los ocupantes del predio saben que la causa ya está “dormida”, señaló a Noticiario Sur un vecino del predio. No hay movimientos de ningún tipo. Ni los gobiernos nacional ni porteño, ni la Justicia, ni el IVC, ni la Legislatura dan señales de vida y la inacción desató la lucha por adueñarse del terreno de varios sectores. Entre los aspirantes a terratenientes, están las bandas de narcos (la de los paraguayos entre ellas…), los “talleristas” bolivianos ilegales, los locales vinculados a distintas fracciones políticas de turno y los oportunistas de siempre.

Esto ha agravado la situación ya que ha crecido considerablemente la cantidad de “habitantes” del predio. Y ahora si han comenzado a levantar mayor cantidad de construcciones de material, inclusive con garaje. En estas últimas semanas la densidad de población se ha triplicado dicen extraoficialmente las fuerzas de seguridad a Noticiario Sur.

Así las cosas, el allanamiento de un mes atrás, significó un duro golpe para los narcos & Cía., pero lejos de amilanarse, encararon una serie de vendettas permanentes en forma de golpes cuasi-guerrilleros, -por la táctica de golpear cobardemente y desaparecer-, en pos de “venganza” contra quienes ellos sostienen, colaboraron con sus “delaciones”, con las fuerzas de seguridad que allanaron el predio ante múltiples denuncias por delitos tipificados que incluyen desde secuestros express hasta violaciones en ese escenario.

Hoy la inacción artera, vía la peor cara de la política de los dos partidos mayoritarios (PRO y FPV), permite esta sucesiva comisión de delitos en la más absoluta incongruencia, toda vez que el mal quedó perfectamente circunscripto a un perímetro determinado y cinicamente custodiado por fuerzas combinadas que responden a ambas gestiones: nación y porteña.

Ese acotamiento del delito está tan claramente delimitado en su geografía fáctica y en la permisividad absoluta que le confiere hoy el pararrayos político, que por sus características, ponen a la vista de todos una nueva y local “Ciudad de Dios”.

CIUDAD DE DIOS

Hace justo una década que el brasileño Fernando Meirelles irrumpía en el escenario cinematográfico mundial con una obra sorprendente: ‘Ciudad de Dios’. Una película redonda, contundente, directa y que consiguió acaparar la atención sobre un inframundo como es la favela más extrema de Río de Janeiro. No fue un camino de rosas y esta producción brasileña tuvo dificultades obvias para rodarse en el escenario real donde sucede la historia; “Cidade de Deus”, un lugar donde no impera ninguna ley, más allá de la pura supervivencia con armas, tráfico de drogas, pobreza y abandono.

La característica que le valió tantos premios y tanto público es su frenético realismo y sus verdaderos personajes. El otro puntal valioso, es que la historia que narra es un lugar tan común como creíble: un espacio físico y laberíntico donde ocurren todos los crímenes posibles con delincuentes dueños del lugar, en medio de una población cautiva dentro y fuera de la favela, ante un estado siempre inerte ante tanta violencia localizada.

Mientras, aquí en Lugano, en este predio tomado, se reproduce hoy la misma historia: el mal está localizado y sus hacedores lo mismo, pero el estado mira y consiente ante toda una multitud de vecinos (de dentro y de fuera del predio) que los crímenes que ejecutan unos pocos afectan a unos muchos.

A la fecha, a los vecinos que siguen reclamando sin suerte el desalojo del predio, se suman las voces de muchos ocupantes del mismo que piden a las fuerzas de seguridad que los protejan de los criminales comunes que intentan una y otra vez adueñarse del predio, postergando así su reclamo de una vivienda digna en pos de un reclamo aún más primitivo y básico; su derecho a la vida.

Lo cierto es que hoy nadie discute un punto clave: en las condiciones actuales la justicia está ausente en nuestra comuna para todos sus habitantes: menos claro, para los políticos y los criminales.