ÁLVAREZ Y BORGES
Alberto Olmedo y Javier Portales inmortalizados
Con la de Mafalda son dos los “personajes” honrados desde el Gobierno de la Ciudad. Álvarez y Borges, los dos personajes interpretados por Javier Portales, -Álvarez y Alberto Olmedo -Borges- que se conviertieron en íconos de la cultura nacional con sus delirantes sketches, tendrán desde ahora una estatua que los recuerde.
Según Hugo Sofovich a una revista de entonces; “este sketch tuvo una génesis en otro donde eran dos actores de mala muerte esperando un mínimo laburo que siempre era una rascada en la antesala de una productora. Allí jugaban como Grotovsky y Stanislavski, y se puede decir que Borges y Álvarez es un hijo moderado de aquel, que además nació inesperadamente ya que en su primer envío lo grabaron de apuro para llenar un espacio libre que nos quedó. Sin libretos ni nada, solo ellos de principio al fín. Y así lo hicieron hasta el final. El nombre del personaje de Javier Portales era otro pero en la primer grabación Alberto lo llamó Álvarez y quedó. Lo gracioso es que nadie sabía que ese es el verdadero apellido de Javier.”
La bella escultura en homenaje a estos dos grandes capocómicos está en la esquina de Corrientes y Uruguay y fue realizada por el escultor Fernando Pugliese, en fibra de vidrio y resina epoxi.
«Quiero ser el primero que realice el sueño de sentarse entre Alvarez y Borges», afirmó Mauricio Macri, quien apareció sentado en el medio entre las esculturas de los dos artistas, en el momento que fue descubierta al público en un pequeño acto.
El jefe de gobierno porteño, quien se confesó fanático de Olmedo, estuvo acompañado por el Ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, y el de Cultura, Hernán Lombardi. Juntos le entregaron una plaqueta a Celia Sofovich, viuda de Hugo, creador de «No toca botón».
«Es el homenaje que le faltaba al gran capocómico de la Argentina», dijo Susana Romero , quien participó del homenaje junto a Divina Gloria, Adriana Brodsky, Susana Traverso, Beatriz Salomón y Silvia Pérez.
«Me impresionó y me emocionó tanto la calidad de la escultura que me dieron ganas de abrazarlos», confesó Gerardo Sofovich y señaló que quiere ver la sorpresa en la gente al «verlos ahí sentados» a partir de hoy.
