Política

EL PAPA RECIBIÓ A FAMILIARES DE VÍCTIMAS DE LA TRAGEDIA DE ONCE

fueron recibidas en audiencia especial

BIENVENIDO AL TREN, SU SANTIDAD

Familiares de las víctimas de la Tragedia de Once fueron recibidas por el Sumo Pontífice, allí presenciaron una misa y dialogaron acerca de la causa judicial que sigue en transcurso. El encuentro coincidió con la declaración de quiebra de la empresa TBA que hace peligrar las indemnizaciones a los familiares.

En un clima cálido y amistoso el Papa Francisco recibió este martes 21/10 a los familiares de las víctimas de la Tragedia de Once.

“Charlamos en audiencia privada más de una hora con él. Fue muy ameno, muy humano todo. Nos renovó la esperanza y las fuerzas. Y hasta pudimos grabar un mensaje del Santo Padre para el resto de los familiares. Charlamos con un igual, alguien que puede sentir lo mismo que nosotros”, así describió el momento vivido María Luján Rey, madre de Lucas Menghini, una de las víctimas por la tragedia de Once, que ocurrió el 22 de febrero de 2012.

Rey participó de una audiencia privada con el Papa Francisco junto con otras ocho madres que perdieron a sus hijos en el accidente. El encuentro fue por la tarde en la residencia de Santa Marta, donde vive el sumo Pontífice, que a la mañana había ofrecido una misa de la que participaron 30 familiares.

En declaraciones radiales, Maria Luján Rey contó “El nos dijo que estaba orgulloso de nuestro reclamo de Justicia”, contó María Luján en el programa de Frenando Bravo, de Radio Continental. Y agregó que le entregaron un cuadro con las fotos de las fotos de las 52 víctimas. “Fue un encuentro que nos renueva las esperanzas y nos insta a seguir por el camino que venimos, que es el de pedir justicia”, contó la mujer.

Por la mañana, el Papa ofició una misa de la que participaron familiares que integraron la delegación que viajó al Vaticano.

Durante la misa Francisco dijo que «el cristiano es un hombre o una mujer que sabe esperar a Jesús y por esto es un hombre o una mujer de esperanza» y destacó la «virtud de esa esperanza».

Frente a las madres, agregó «Todos nosotros sabemos que cuando no estamos en paz con las personas, hay un muro, un muro que nos divide, pero Jesús nos ofrece su servicio de abatir este muro para que podamos encontrarnos, y si estamos divididos no somos amigos: somos enemigos».

Tras el encuentro, María Luján Rey, mamá de Lucas Menghini, escribió en su cuenta de twitter que la misa fue «hermosa» y que el grupo, también integrado por Mónica Pontiroli, Zulma Ojeda de Garbuio, Daniela Garzón, Esther Bustamante, Noemí Flores, Haydée Alonso y Elisa Ojeda (tía del fallecido Carlos Garbuio) ya estaba camino a la segunda reunión.

El grupo viajó el domingo hacia Roma tras haber consensuado entre los familiares quiénes irían en representación de todos. «Este grupo que lucha unido desde el 22 de febrero de 2012 fue acompañado desde el primer momento por el (entonces) cardenal Jorge Bergoglio. Al cumplirse un mes de la tragedia ofició para nosotros, nuestros fallecidos y los heridos, una misa en la Catedral Metropolitana», recordaron. Y también agregaron que en febrero de 2014 les envió una carta «de afecto y compañía».

María Luján Rey dijo “Siempre nos acompañó. Y hoy nos reiteró que contamos con él, que está a disposición para lo que necesitemos, y nos repitió que nos quiere ayudar”.

Este mismo martes 21/10 la empresa TBA, que operaba el ferrocarril Sarmiento donde ocurrió la Tragedia de Once, fue declarada en quiebra este martes (21/22) a tan sólo 1 día del acto de los familiares de las víctimas del accidente, que se realiza los días 22 de cada mes. En febrero de 2012, el Ministerio de Planificación Federal dispuso la intervención administrativa, técnica-operativa de la firma que presidía Mario Cirigliano, quien fue autorizado el 05/05 por el Tribunal Oral Federal 2 a no concurrir a las audiencias de testigos del juicio por la tragedia. Sin subsidios ni concesión, TBA no iba a poder hacer frente a los pagos de las indemnizaciones de los familiares de víctimas de Once, ya que sus aseguradoras tenían topes máximos que no alcanzan para cubrir lo ocurrido, por eso la quiebra era cuestión de tiempo. Será el Estado ahora quien deberá responder por cerca de $1300 millones.

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