El país más al norte de Sudamérica se encuentra viviendo horas clave para determinar si Nicolás Maduro sigue al frente del Gobierno o si el líder de la Asamblea Nacional de Venezuela Juan Guaidó, autoproclamado nuevo Presidente Encargado, y apoyado por Estados Unidos, Argentina y Brasil, puede llegar a convertirse en el nuevo mandatario.
La crisis institucional, alimentaria y social del país motivó a más de 3 millones de ciudadanos venezolanos a emigrar del país, siendo Argentina uno de los principales centros de recepción. En este sentido, Buenos Aires recibió en los últimos tres años a casi 70 mil venezolanos.
Ayer, durante los momentos de tensión que se vivieron tras las olas de protestas, ciudadanos de dicho país se manifestaron en distintas zonas de la ciudad, pero los posicionamientos estuvieron divididos. Quienes se proclamaron a favor de Guaidó, se ubicaron a metros del Teatro Colón, entre los que se veían pancartas que esgrimían mensajes como «Venezuela, nos vemos en libertad». El Director Ejecutivo del Instituto Nacional de la Juventud, Pedro Robledo, se hizo cargo de llevar el mensaje de que el presidente Mauricio Macri apoyaba también la decisión de la oposición venezolana, motivando el grito de cientos de asistentes.
En contraposición, frente a la embajada bolivariana una gran cantidad de partidarios de Nicolás Maduro se reunieron para demostrar el apoyo a su gestión de gobierno, destacandose las figuras del dirigente piquetero Luis D’Elía y el politólogo y ferviente defensor del chavismo Atilio Borón.
