El senador Juan Carlos Marino, uno de los impulsores de la Ley Justina, que fue aprobada por unanimidad en la cámara de diputados, en comunicación con FRECUENCIA ZERO,se expresó acerca de cómo se gestó el proyecto y el compromiso de la madre y el padre de Justina.
El legislador comentó que en los primeros contactos con la familia Lo Cane, ellos le dijeron que en los últimos momentos Justina les pidió «Hagan por los demás lo que no pudieron hacer por mí». Así se empezó a desarrollar el proyecto que tuvo media sanción y que reemplaza a la actual Ley 24.193 de Trasplante de Órganos y Tejidos, y que convierte en donante a toda persona mayor de 18 años, salvo que exprese su oposición.
Marino explicó que «a partir de ese momento, dos asesoras buscaron legislación comparada en todos lados, sobre todo en España, comenzamos a hablar con el INCUCAI, hablamos con todos los que había que hablar. En Marzo lo presentamos en mesa de entrada, y en unos minutos ya teníamos 50 adhesiones». Sobre el momento de la aprobación en Diputados, expresó :»Cuando Monzó dijo que había 202 votos, ni uno negativo, ni una abstención, tocamos el cielo con las manos.»
Por último, el senador destacó: «La fuerza que tiene la familia, encontrar para los demás lo que no pudieron para su hija. Cuando se aprobó, me dijeron que sentían como que había nacido un nuevo hijo. Lo de los padres de Justina es para hacerle un monumento. Si hay una ley que la voy a llevar presente toda mi vida es esta»
