El diputado Javier Andrade (Unidad Ciudadana), en comunicación con FRECUENCIA ZERO, se refirió al cierre de los hospitales que formarán parte del proyecto del Complejo Hospitalario Sur. Ellos son el Marie Curie, el Ferrer, el Udaondo y el IREP, trasladados al Hospital Muñiz que los nuclearía.
En la reunión de la Comisión de Salud de la Legislatura, de la que participa Andrade, se notificó la firma de un decreto por el Jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta, por el cual creaba la Unidad de Proyectos Especiales para el desarrollo del “Complejo Hospitalario Sur”.
La concreción de esta instancia elimina la posibilidad de tratar este tema en la Legislatura y por eso, Andrade ha elevado un pedido de informes al ejecutivo porteño. El diputado de Unidad Ciudadana dilucida la maniobra del ejecutivo porteño asegurando que “al margen de contar con los votos necesarios para la aprobación de este proyecto, han decidido no pasar por la Legislatura este tema para que ésta no se convierta en una caja de resonancia que alerte a la población sobre esta medida que desencadenará en más precarización de la salud”.
Andrade advierte sobre la trampa de la discusión edilicia de las instalaciones del hospital Muñiz, que si se darán en el recinto, en vez de darse la discusión sobre la precarización y la falta de gestión de la salud pública de la Ciudad que padece cada vez mayores necesidades y cada vez peores indicadores.
Desde el punto de vista de expertos en salud Pública se resalta que “No es oportuno que convivan en un nosocomio enfermos con diferentes patologías que los exponen a mayores riesgos”, señaló Andrade.
La política tiene como objetivo el negocio inmobiliario que puedan realizarse con los predios, ubicados en zonas valoradas de la Ciudad, signo de la administración de Macri y de Larreta en los últimos diez años, y que van en desmedro de la propuesta de salud que debe brindarse.
Andrade señala que hace diez años el 23% del presupuesto de la Ciudad era aplicado a la salud, hoy es el 16%, traduciendo un brutal ajuste en la materia. El conjunto de los hospitales han perdido una cantidad de 500 camas en este mismo periodo, cifra similar a las que se perderían con el cierre de estos cuatro nosocomios anteriormente enumerados.
Una recorrida por los hospitales arroja la falta de insumos, de profesionales, el cierre de guardias, la asignación de turnos con más de un mes de demora, la falta de mantenimiento de la estructura edilicia, entre otras dificultades.
Respecto de esta situación, Andrade señala que se están programando abrazos a los hospitales que se van a cerrar y también una marcha en repudio a estas políticas contra la salud pública.
