En un fallo festejado por parte de los familiares de las víctimas del Colegio Ecos, de la Ciudad de Buenos Aires, la Corte Suprema determinó la reapertura de la causa por la tragedia ocurrida en 2006 en la que un colectivo que llevaba alumnos de la escuela con destino a Chaco para realizar una misión solidaria fue embestido por un camión cuyo conductor manejaba en estado de ebriedad y provocó la muerte de 12 personas, la mayoría menores de edad.

«Teníamos esperanza de que el fallo salga, fue una sorpresa para todos que ayer dictaran este fallo», consideró Diego Molina, ex esposo de Mariana Boye, docente que falleció en el hecho.

La causa, que había quedado al borde de la nulidad cuando la Justicia de Santa Fé la consideró prescripta, ahora tendrá un nuevo escenario con el planteo de la Corte que consideró que la prescripción tenía fallas en su fundamentación. 

«Acá no se trata de ir a cortar cabezas, sino la búsqueda de un fallo que determine quienes son  los culpables y que la Justicia santafesina dicte un veredicto: no puede quedar una causa de 12 muertos en la nada», concluyó Molina, quien luego del accidente conformó la ONG Conduciendo a Conciencia, que se dedica a concientizar en la sociedad de la situación vial del país.