La legislatura porteña aprobó ayer el proyecto de ley para traspasar los servicios de electricidad a la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de permitir la autonomía energética que ya tenían todas las demás provincias de todo el país.
Con 40 votos a favor, gracias a los legisladores de Vamos Juntos, Evolución y el socialismo, ahora las empresas distribuidoras pasarán a estar sujetas a la jurisdicción local, junto a un nuevo organismo de control, Ente Metropolitano de Servicios Eléctricos, que reemplazará al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), lo que generó alerta y preocupación en los trabajadores del organismo que temen por la pérdida de sus puestos de trabajo.
«El organismo no va a desaparecer sino que va a incorporar al personal necesario por etapas, ya hubo reuniones», admitió el legislador oficialista y vicepresidente de la Comisión Interjurisdiccional, que se encargó de debatir este tema.
El proyecto dispuso un analisis sobre los contratos de concesión de las concesionarias realizados hace 27 años, como así también como se realizarán los pagos de los consumos de los asentamientos con medidores comunitarios y los beneficiarios de la factura con Tarifa Social. «No se tocará la tarifa porque a partir del consenso fiscal que realizó el presidente con las provincias, nos hicimos cargo de los subsidios, los 144.700 familias tienen y seguirán teniendo el subsidio», confirmó.
Tras finalizar la sesión, Francisco Quintana, vicepresidente de la Legislatura explicó que «se saldó una deuda que acerca hacia la autonomía de la Ciudad»: «En la práctica, el vecino va a contar con un control más directo sobre el servicio público que recibe», concluyó.
