La Ciudad ECO

NUEVA LEY DE BALANZAS COMERCIALES: UN AVANCE PARA LOS CONSUMIDORES

LA MEJOR TECNOLOGÍA AL SERVICIO DEL CONSUMIDOR

La Legislatura Porteña aprobó una ley, cuya autoría es de la diputada porteña María América González (Buenos Aires para Todos), mediante la que se realiza una modificación del Código de Habilitaciones y Verificaciones en lo que se refiere al uso de balanzas.

De acuerdo con la modificación aprobada el artículo 7.2.1. del referido Código, quedará redactado de la siguiente manera: “En las ferias, mercados y establecimientos comerciales minoristas en los que se expendan productos al peso será obligatorio el uso de balanzas electrónicas que emitan tickets de papel o adhesivos, conteniendo el nombre del producto, precio por unidad de medida, peso y precio final a pagar por el consumidor, fecha y horario de emisión”. Así mismo, el texto votado en el recinto establece que la ley entrará en vigencia a los 180 días hábiles de su publicación.

Al fundamentar la iniciativa, la Dra. María América González señaló que “el avance tecnológico de la metrología legal ha incorporado instrumentos de carácter electrónico que superan en precisión y exactitud a los mecánicos utilizados durante varias décadas, y que su precisión ofrecen la debida y adecuada información al consumidor respecto al producto que compra”.

Nueva ley de balanzas comerciales electrónicas
Nueva ley de balanzas comerciales electrónicas
Sobre las posibilidades de adquisición por parte de los comerciantes, la Dra. González explicó: “En el momento de lanzamiento al mercado el alto costo de este tipo de balanzas resultaba prohibitivo e inaccesible para el pequeño y mediano comerciante minorista y no existían las facilidades crediticias para su adquisición. Pero en la actualidad dicho costo se ha reducido notablemente y se encuentra al alcance del más pequeño comerciante”.

Finalmente, la Dra. María América González enfatizó que “la adquisición e implementación de esta nueva tecnología constituye un elemento importante para la satisfacción del consumidor, quien muchas veces es sorprendido en su buena fe por balanzas, que si bien son reglamentarias de acuerdo a la norma vigente, no ofrecen al consumidor la información real sobre el producto adquirido”.

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